
Autora: Misty Wilson
Editorial:Montena
Nº de páginas: 352
Saga: Autoconclusivo
Género: Romántica - Juvenil
Fecha de publicación: 2025
Precio: 21,80€
ISBN: 9791387809188
Puntuación: ⭐⭐⭐,5

Sinopsis: Ellis lo tiene todo planeado: va a pasar su último año de instituto preparando la solicitud para entrar en la Universidad de Columbia, donde quiere estudiar Periodismo para sentar las bases de un prometedor futuro profesional. Es por eso que sus padres no podían haber elegido peor momento para contarle que se van a separar y que tiene que marcharse de Nueva York para irse a vivir con su tía y con su prima a Bramble Falls, Connecticut, donde solía pasar los veranos. Idílico y encantador, el pueblo está también repleto de distracciones, como el barista local, Cooper Barnett, quien fue su mejor amigo y con quien se dio su primer beso, pero que ahora no quiere saber nada de ella. Ellis se ve arrastrada a participar en cada una de las actividades llenas de encanto del festival, como la recolecta de la manzana o el tallado de calabazas, de forma que no puede evitar encontrarse con Cooper ni enamorarse del pintoresco pueblecito y de sus peculiares habitantes. La vuelta a Manhattan se va posponiendo y Ellis acaba atrapada entre dos lugares muy diferentes y el futuro que representan para ella.
Un otoño en Bramble Falls fue uno de esos libros que, lo reconozco, me llamó la atención por su portada. Es que es una portada tan otoñal, tan Gilmore Girls y tan todo lo que representa al otoño en el imaginario colectivo que yo necesitaba hacerme con él. Y en líneas generales es un poco lo que me esperaba, una de esas historias cuquis y ligeras para leer junto a mantita y café. No obstante, tengo que reconocer que ha habido algunos "peros", os cuento.
La novela sigue la vida de Ellis, una muchacha que sueña con seguir los pasos de su padre (un padre hiper ocupado que apenas mira por ella), conseguir una plaza en la Universidad de Columbia y trabajar como periodista en la empresa de éste. ¿Cuál es el problema? Que sus padres escogen justo el momento en que ella está preparando su currículum para echar la solicitud a la Universidad para comunicarle que están pensando en separarse y que tanto ella como su madre se irán a pasar unos meses a Bramble Falls, el pueblecito en el que viven su tía Naomi y su prima Sloane. Y también en el que se reencontrará con el que fue su mejor amigo y con quien se dio su primer beso, Cooper Barnett.
Cómo podéis suponer, nos encontramos ante una novela de esas en las que la protagonista empieza a dudar sobre su identidad, sobre si realmente ser periodista es lo que ella quiere, sobre a qué lugar pertenece, etc. Todo esto lleno de un montón de iniciativas otoñales que me han encantado y en las que he deseado adentrarme para poder ir a todos. Tú a mí dame manzanas de caramelo, pumpking spice latte, decoraciones de calabazas y manualidades con cerámica y hojas y yo soy la persona más feliz del universo. Así que bueno, la trama es interesante, los personajes son cuquis, los conflictos internos que tiene ella están bien y la ambientación es de diez.
Pero, mi primera toma de contacto con la novela no ha sido buena, los primeros capítulos están plagados de erratas. En los siguientes hay menos, pero hay alguna traducción un poco rara, ha habido términos que se han tratado de españolizar y han quedado raros, como por ejemplo el latte de la cosecha, habría preferido que fuese café de la cosecha o pumpking spice latte y arreglado. Son pequeñas cosas e igual es que soy yo que me estoy volviendo una quisquillosa, pero esos detalles me han ido sacando de la historia. Por otro lado, siento que ha habido alguna frase del pensamiento de la protagonista que está como fuera de onda, en plan, es una novela cozy, no me espero que me digas que el protagonista te pone muchísimo así de repente. Me asusto.
Es decir, siento que igual que en el cozy mystery, no hay escenas violentas o bruscas, sino que es misterio cuqui, adorable y acogedor; en el cozy romance, yo como expectativas de lectora, no me espero que de repente me digas algo explícito, siento que todo tiene que ir más adornado, más lírico, más metafórico, para que todo esté en la misma vibra. Porque si no para mí deja de ser cozy. No sé vosotras qué pensáis, pero es lo que me ha pasado un poco con este libro.
En conclusión, ha sido una lectura muy chula y totalmente apta para esta temporada, pero siento que le han faltado algunas cosas para encajar con lo que yo me esperaba de un cozy romance otoñal.
La novela sigue la vida de Ellis, una muchacha que sueña con seguir los pasos de su padre (un padre hiper ocupado que apenas mira por ella), conseguir una plaza en la Universidad de Columbia y trabajar como periodista en la empresa de éste. ¿Cuál es el problema? Que sus padres escogen justo el momento en que ella está preparando su currículum para echar la solicitud a la Universidad para comunicarle que están pensando en separarse y que tanto ella como su madre se irán a pasar unos meses a Bramble Falls, el pueblecito en el que viven su tía Naomi y su prima Sloane. Y también en el que se reencontrará con el que fue su mejor amigo y con quien se dio su primer beso, Cooper Barnett.
Cómo podéis suponer, nos encontramos ante una novela de esas en las que la protagonista empieza a dudar sobre su identidad, sobre si realmente ser periodista es lo que ella quiere, sobre a qué lugar pertenece, etc. Todo esto lleno de un montón de iniciativas otoñales que me han encantado y en las que he deseado adentrarme para poder ir a todos. Tú a mí dame manzanas de caramelo, pumpking spice latte, decoraciones de calabazas y manualidades con cerámica y hojas y yo soy la persona más feliz del universo. Así que bueno, la trama es interesante, los personajes son cuquis, los conflictos internos que tiene ella están bien y la ambientación es de diez.
Pero, mi primera toma de contacto con la novela no ha sido buena, los primeros capítulos están plagados de erratas. En los siguientes hay menos, pero hay alguna traducción un poco rara, ha habido términos que se han tratado de españolizar y han quedado raros, como por ejemplo el latte de la cosecha, habría preferido que fuese café de la cosecha o pumpking spice latte y arreglado. Son pequeñas cosas e igual es que soy yo que me estoy volviendo una quisquillosa, pero esos detalles me han ido sacando de la historia. Por otro lado, siento que ha habido alguna frase del pensamiento de la protagonista que está como fuera de onda, en plan, es una novela cozy, no me espero que me digas que el protagonista te pone muchísimo así de repente. Me asusto.
Es decir, siento que igual que en el cozy mystery, no hay escenas violentas o bruscas, sino que es misterio cuqui, adorable y acogedor; en el cozy romance, yo como expectativas de lectora, no me espero que de repente me digas algo explícito, siento que todo tiene que ir más adornado, más lírico, más metafórico, para que todo esté en la misma vibra. Porque si no para mí deja de ser cozy. No sé vosotras qué pensáis, pero es lo que me ha pasado un poco con este libro.
En conclusión, ha sido una lectura muy chula y totalmente apta para esta temporada, pero siento que le han faltado algunas cosas para encajar con lo que yo me esperaba de un cozy romance otoñal.
¿Conocíais este libro? ¿Os ha llamado la atención? ¿Lo leeréis pronto?
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Atte. Lady Moustache, Atenea y Luna