
Autora: Joe Abercombrie
Editorial:Fantascy
Nº de páginas: 446
Saga: Mar Quebrado #03
Género: Fantasía - Adulto
Fecha de publicación: 2016
Precio: 14,20€
ISBN: 9788415831757
Puntuación: ⭐⭐⭐⭐⭐

Sinopsis: La princesa Skara ha sido testigo de cómo todo lo que amaba se convertía en sangre y cenizas. Como única superviviente de su dinastía derrotada, deberá vencer sus miedos, afilar su mente y luchar por Trovenlandia convertida en reina. El padre Yarvi ha recorrido un largo camino para convertirse de esclavo tullido en poderoso clérigo. Ha conseguido que sus antiguos enemigos se vuelvan sus aliados y ha logrado la paz, aunque sea inestable. Pero ahora la abuela Wexen ha levantado el mayor ejército que se ha visto desde que los elfos se enfrentaron a la Diosa. Todos se preparan para la batalla que se está gestando; entre ellos Raith, el portador de la espada de Grom-gil-Gorm. Para él, la presencia de Skara es un bálsamo para cualquier herida. Algunos han nacido para luchar, quizá para morir. Otros prefieren vivir en la luz. Pero cuando la Madre Guerra extiende sus alas, amenaza con sumir todo el mar Quebrado en la oscuridad más profunda.
Después de un segundo libro con síndrome de segundo libro tenía que llegar una conclusión a la altura del primero. Diría que es incluso mejor que el primero. Personalmente me encantó el final y sé que esto puede ser controvertido porque no es un final especialmente satisfactoria pero sí es el final adecuado para cada uno de los personajes.
La guerra con el Alto Rey ya no se puede retrasar más. Ha mandado a sus ejércitos a tomar Trovenlandia en un intento de dinamitar las alianzas que ha conseguido el padre Yarvi para asegurar su nación. Skara, reina de Trovenlandia, busca ayuda para recuperar su reino ahí donde su abuelo la buscó antes. Pero Skara no es su abuelo. Puede que no sea una guerrera pero las guerras se ganan también con las palabras y tiene al aliado más poderoso de su lado: el ingenio del padre Yarvi.
Raith siempre ha querido ser el portador de la espada de Grom-gil-Gorm pero cuando Skara necesita un guardaespaldas le mandan a él para protegerla. En Skara encuentra algo que nunca pensó que iba a encontrar: un sitio donde no tenía que fingir ser el más fuerte, el más valiente, el más despiadado. Eso hace Raith cambie por completo su perspectiva de la vida y que cambie él como persona. Su final es posiblemente el más triste de todo pero también el que más satisfecha me dejo. Porque la vida no es justa con los favoritos de la Madre Guerra.
Koll prometió ser el mejor hombre que podía ser a su madre antes de morir. Por eso decidió hacerse aprendiz del padre Yarvi. Para aprender, para ser un clérigo y cambiar el mundo. Pero ¿y si no quería eso? ¿Y si solo quería vivir cómodamente al lado de Rin para siempre? Koll es el personaje más inseguro de estre trío de protagonistas y eso es lo que le hace tan real. No sabe que decisión es la correcta y no sabe si se arrepentirá de las decisiones que esta tomando, pero la vida es eso: tomar una decisión tras otra y espera que todo salga bien al final.
Como digo, creo que es el final perfecto para esta trilogía. Todos los personajes acaban donde deben acabar. Todos los peresonajes consiguen lo que merecen conseguir (no lo que desean, sino lo que merecen) con la excepción de uno. Uno que me dolió y me duele tantísimo que me planteo que cuando Abercombrie vuelva al Celsius decirle un par de cositas al respecto. En esta novela la trama es importante, pero lo es más cómo los personajes evolucionan y cambian la historia por medio de sus decisiones. Realmente me ha encantado
La guerra con el Alto Rey ya no se puede retrasar más. Ha mandado a sus ejércitos a tomar Trovenlandia en un intento de dinamitar las alianzas que ha conseguido el padre Yarvi para asegurar su nación. Skara, reina de Trovenlandia, busca ayuda para recuperar su reino ahí donde su abuelo la buscó antes. Pero Skara no es su abuelo. Puede que no sea una guerrera pero las guerras se ganan también con las palabras y tiene al aliado más poderoso de su lado: el ingenio del padre Yarvi.
Raith siempre ha querido ser el portador de la espada de Grom-gil-Gorm pero cuando Skara necesita un guardaespaldas le mandan a él para protegerla. En Skara encuentra algo que nunca pensó que iba a encontrar: un sitio donde no tenía que fingir ser el más fuerte, el más valiente, el más despiadado. Eso hace Raith cambie por completo su perspectiva de la vida y que cambie él como persona. Su final es posiblemente el más triste de todo pero también el que más satisfecha me dejo. Porque la vida no es justa con los favoritos de la Madre Guerra.
Koll prometió ser el mejor hombre que podía ser a su madre antes de morir. Por eso decidió hacerse aprendiz del padre Yarvi. Para aprender, para ser un clérigo y cambiar el mundo. Pero ¿y si no quería eso? ¿Y si solo quería vivir cómodamente al lado de Rin para siempre? Koll es el personaje más inseguro de estre trío de protagonistas y eso es lo que le hace tan real. No sabe que decisión es la correcta y no sabe si se arrepentirá de las decisiones que esta tomando, pero la vida es eso: tomar una decisión tras otra y espera que todo salga bien al final.
Como digo, creo que es el final perfecto para esta trilogía. Todos los personajes acaban donde deben acabar. Todos los peresonajes consiguen lo que merecen conseguir (no lo que desean, sino lo que merecen) con la excepción de uno. Uno que me dolió y me duele tantísimo que me planteo que cuando Abercombrie vuelva al Celsius decirle un par de cositas al respecto. En esta novela la trama es importante, pero lo es más cómo los personajes evolucionan y cambian la historia por medio de sus decisiones. Realmente me ha encantado
¿Qué os ha parecido? ¿Le daréis una oportunidad? Todo en comentarios y nos vemos en el próximo post.
Publicar un comentario
Si comentas, te dejaremos un comentario en tu blog.
Por favor, NO hagáis SPAM, NI SPOILER y tratad a nuestros lectores con RESPETO.
NO QUEREMOS URLS.
Si queréis QUE SIGAMOS VUESTRO BLOG COMENTAD UNA ENTRADA, SOLEMOS DEVOLVER COMENTARIOS y si nos gusta, OS SEGUIREMOS.
Atte. Lady Moustache, Atenea y Luna